
Partimos de la base de que “todos” los perros deben recibir sesiones de adiestramiento. Estas sesiones no tienen por que ser impartidas por un profesional en muchas ocasiones, por no decir en la mayoría, estas sesiones son impartidas por su tutor. Dedicar este tiempo a tu perro es muy importante para crear un vínculo adecuado entre ambos pero sobre todo estarás estimulando la mente de tu perro y conseguirás que sea un perro obediente y equilibrado.
No hay un límite de edad para enseñar a tu perro. Todos los perros pueden aprender tengan la edad que tengan, aunque si es cierto que los cachorros aprenden más rápido ya que están más dispuestos al juego. Y por supuesto da igual la raza, cualquier raza puede aprender la obediencia básica, eso sí la tendremos que tener en cuenta dependiendo de lo que le queramos enseñar.
Adiestramiento en positivo
En AEPA trabajamos siempre con técnica de adiestramiento en positivo, es decir, premiamos todo lo que hace bien el perro e ignoramos lo que hace mal, nunca castigamos lo que hacen mal.
Si cuando hacen algo bien lo premiamos tenderán a repetirlo.
¿Porqué no castigamos?
Utilizando el castigo conseguiremos que el perro aprenda por “miedo” te obedecerá pero no confiará en ti, y como siempre decimos en la AEPA “un perro con miedo es más peligroso que un perro agresivo”. Un perro con miedo no sabes como va a reaccionar si se siente amenazado.
Para enseñar a tu perro tienes que aprender a comunicarte con él y eso se consigue de la manera más sencilla que te puedas imaginar, pasa tiempo con él y obsérvale, te darás cuenta de que ellos saben leer nuestro lenguaje corporal, que entienden nuestras emociones y nuestra actitud. Pasando tiempo de calidad con el tu también aprenderás a leer su lenguaje corporal, sus emociones y su actitud.
Premia lo que hace bien e ignora lo que hace mal
Nuestros perros buscan constantemente nuestra atención, por eso lo mejor cuando hace algo mal es ignorarlo.
Pensar que al regañarlo tu perro ya ha conseguido lo que buscaba, ha logrado tener “tu atención” aunque esta sea una atención “enfadada”. Por el contrario, si lo ignoras y no consigue lo que quiere tenderá a cambiar su comportamiento para lograr su objetivo “llamar tu atención”. Si lo que ha hecho no se puede ignorar, tendremos que enseñarle a comportarse en esa situación dándole una alternativa. S
Se coherente y constante al enseñar a tu perro

No le enseñes a fallar, si le das una orden tiene que cumplirla siempre. Piensa que si unas veces tiene obedecer pero otras puede no hacerlo solo conseguiremos confundir al perro, al final no sabrá si tiene que obedecer o no.
Si el perro es educado por varias personas se tendrán que poner de acuerdo para usar los mismos comandos tanto visuales como verbales, sobre todo al principio del entrenamiento para no confundirle.
Hay que tener en cuenta que cada perro es único, cada perro tiene un ritmo de aprendizaje, cada perro tiene su recompensa favorita. Dedica tiempo a conocer a tu perro.